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Arquitectos: eneseis Arquitectura, yes studio
- Área: 231 m²
- Año: 2019
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Fotografías:David Frutos, Roberto Ruiz de Zafra
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Proveedores: Duravit, Hatria, Legrand / Bticino, Porcelanosa Grupo, AutoDesk, Cortizo, Lluria
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Una situación especial, la ladera de la Sierra de Bernia en Altea Hills, una zona montañosa con maravillosas vistas a la bahía, pero completamente saturada de viviendas y un programa muy abierto de vivienda vacacional, condicionaron de forma decisiva el desarrollo de este proyecto.
La vivienda, encastrada en el terreno, siguiendo la pendiente y asomándose en voladizo al Mediterráneo, busca siempre las mejores visuales, aislándose de las construcciones adyacentes para conseguir espacios íntimos. Se oculta desde la calle mostrándose al mar.
El programa se articula en dos niveles, los usos públicos se sitúan en la planta de acceso, organizada en un solo espacio en el que se diluye la transición entre el espacio interior y el exterior. La ubicación de las estancias de este nivel se realiza de tal forma que permita al propietario aislarse del resto de viviendas, controlando las visuales desde el interior de la misma. Una vez se entra en la vivienda el mar es el protagonista y las edificaciones colindantes desaparecen.
En la planta inferior se encuentran las zonas de descanso, articuladas a través de un patio interior; mientras los equipamientos quedan enterrados, las habitaciones quedan voladas sobre el mar.
Buscamos un sistema constructivo que resolviera las dificultades que nos planteaba trabajar en un terreno tan inclinado y a su vez simplificara y redujera los procesos constructivos a emplear.
El detalle con el que se realizó la estructura, encofrados de madera, tamaño de las tablas y color del hormigón, permitió integrar la estructura en los acabados de la casa, de esta manera el sistema estructural unifica estructura, cerramientos y acabados en una sola actuación, simplificando los procesos constructivos. La vivienda queda así acabada con la estructura, los suelos de piedra caliza y el mobiliario de madera son los que terminarán de definir la actuación.
Para acondicionar la casa aprovechamos la inercia del terreno, ya que al encontrarse semienterrada, la temperatura de la misma es muy estable, teniendo una sensación de confort, con un mínimo apoyo de sistemas mecánicos, complementándola mediante la combinación de distintas estrategias pasivas, como el control de la radiación solar mediante los vuelos, las celosías y la refrigeración del aire a través de la piscina que se encuentra situada dentro de la propia vivienda.